Veo esta mañana que han caido notablemente los concursos de acreedores (antiguas suspensiones de pagos): un tercio menos en el último trimestre que en el anterior, si bien es más que en el mismo trimestre que el año pasado. La bajada intermensual es la mayor en mucho tiempo.
Esta crisis, sin embargo, se lleva por delante muchísimos paradigmas, empresas simbólicas, quizá de otro tiempo, pero muy entrañables.
Leo en La Vanguardia que Inoxcrom está en esta situación y sus trabajadores sin percibir las cuantías del ERE aprobado antes del verano. Los boligrafos y las plumas de Inoxcrom era lo más para regalar en la primera comunión de nuestra época, el regalo del tío soltero que siempre regalaba a lo grande y que se guardaba como en oro en paño durante toda la vida. Crecía con nosotros.
No sé si será su fin, pero es una pena....
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