miércoles, 23 de abril de 2008

Qué lejos está doña Guiomar

No me importa reconocerlo, pero hasta hoy no he conocido la estación del AVE/ALVIA Segovia-Guiomar. Y todavía no salgo de mi asombro. En la vida todo es cuestión de costes y todo tiene un precio, pero a veces éste no es todo. Y es que la estación está quince minutos, cinco kilómetros, ocho euros de taxi (todo ello como mínimo) del centro de Segovia. La estación está en el campo. De modo que un segoviano que quiera tomar una lanzadera para ir a Madrid, si sale del centro de Segovia con su coche, aparca (todavía gratis, pero por poco tiempo, porque, pasadas las elecciones, en cualquier momento empiezan a cobrar) y toma el tren, tardará seguramente más que en autobús con un poco de mala suerte y encima, le saldrá más caro. No le digo nada del resto de los costes: puede costar más en tiempo y dinero para el que llega tomar un taxi al arribar a la estación que el coste y el tiempo del tren. ¡Qué cosas! Si uno se fija bien, al encastrado la estación donde pasaba la vía, donde cae. Hay sentimiento de frustración entre los segovianos. Vaya, que cuando en meses próximos se termine la autovía, habrá a quien le compense viajar en Valladolid más rápido en coche que en Ave. ¿Pero no habíamos quedado en que el tren tiene la ventaja de llevarte de centro a centro. ¡Qué cosas¿

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