Demasiados problemas con armas blancas y jóvenes en los últimos días: En Zamora, donde uno "pinchó" cinco veces a otro hasta hacerlo sangrar al ir al instituto; otro menor implicado en un apuñalamiento en Nofuentes (Burgos) y, finalmente, el caso de Valladolid, donde un francés murió apuñalado a manos de un menor, muy conflictivo, que se ha entregado a la Policía y al que el juez mantiene recluido porque tiene suficientes pruebas. Si a ello añadimos el caso de hace algunas semanas en Medina del Campo, señora agredida por un grupo de menores, en medio de una bronca poco edificante en la que unos y otros se acusan mutuamente, el panorama resulta conmovedor.
¿Será la logse? ¿Será el divorcio que descompone familias a tutiplén? ¿Será la falta de valores y el exceso de placeres? ¿Seremos los medios de comunicación? ¿Será la ley, salvoconducto de muchos chavales capaces de delinquir pero no de pagar por ello? "¿ Qué será, será…?", que decía Doris Day en "El Hombre que sabía demasiado". Es lo que nos gustaría, saber, al menos lo suficiente, de lo que está pasando para que acabe ocurriendo que hay jóvenes con navajas en los autobuses que van al Instituto.
Alguno dirá: esto es propio de las sociedades avanzadas, porque, las "cheiras" en EE.UU. se convierten en revólveres, en una de las sociedades de mayor renta per capita del mundo. Otros dirán: se trata de un espejismo propio de los titulares de los medios de comunicación, para los que ("good news, no news") la vida cotidiana no es relevante y prefieren hacer sangre de las excepciones. No faltará quien asegure que las cosas no pueden sacarse de quicio porque, al fin y al cabo, en estas edades todos hacen gamberradas. Lo que ustedes quiera, pero no me acostumbro a esto de los menores con armas, ni con el "cocacola" de dos litros y botellón de ginebra en la mano, ni que las estadísticas aseguren que muchos a los catorce años ya tienen su primera experiencia sexual, ni a lo del "speed" ni todo eso. Valemos lo que valen nuestros valores y, cuando éstos faltan, valemos nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario