Una de los síntomas de cómo puede volverse loco el poder político es cuando empieza a incurrir en lo ridículo. La agencia Reuters distribuyo esta foto de Hugo Chaves y sus medios de comunicación afines han montado en cólera acusándola de conspiración y no sé cuantas malicias más. Si no fuera patético para miles de venezolanos, el asunto sería divertido, pero no lo es. Visité hace casi veinte años Venezuela, que entonces salía de un momento de brillantez económica muy importante y, aunque con síntomas ya por entones de decadencia, seguía siendo un país maravilloso. Caracas, Canaima (el paraiso, sencillamente) lugares que recorrí y que ahora recuerdo con pena, en manos de un político tan chusco... No sé de qué se quejan si Mickey Mouse era mejor, deberían estar contentos por la foto.
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