jueves, 27 de noviembre de 2008

Crucifixiones


Veamos: si hay que mondar de símbolos católicos la piel patria, al ataque: fuera los días festivos vinculados con el Santoral y el Evangelio y, particularmente, los puentes (que si el Pilar, que si San José...). Ahora, a extirpar la peligrosa práctica de celebrar (con dinero público, ¡qué horror!) las fiestas en pueblos y ciudades bajo advocaciones sagradas: si hay que quitar los crucifijos por razones constitucionales habrá que hacer lo propio con San Roque y su perro, Santa Lucía y sus tinieblas. Y ¡ay del alcalde que pretenda celebrar las próximas semanas y con dinero de todos fiesta alguna de Santa Águeda y sus pechos!: le puede caer una sentencia de agárrate y no te menees. Nada, ni un euro para celebraciones de estas, faltaría más.Y ya que se ponen así, ni un duro para las cofradías de la Semana Santa; ¡qué digo ni un duro!: ni un metro de calle para celebrar sus procesiones. Pero ¿qué se habrán creído? ¿Que la calle es para andar paseando crucifijos? Nada, nada: la calle es de todos, así que para evitar que vengan los musulmanes con sus orientaciones o los budistas con sus meditaciones, nada de palios. Y por supuesto, el Viernes Santo, laborable: pero cómo vamos a parar las líneas de producción de las fábricas porque se celebre la crucifixión de un personaje histórico que sólo veneran los cristianos. ¡Estaría bueno! Nada, nada: que don Fernando Pastor quiere trabajar ese día y el de Navidad, no andemos molestandole con festividades religiosas.Fueran cruces de las calles, fuera hornacinas santorales de las esquinas, en Valladolid y en Córdoba, más faltaría. Hay que hablar con los americanos para que eliminen ya el lema nacional "In god we trust" de los dólares, que quiten la Dirección de Asuntos Religiosos del ministerio, que declaren monumento laico la catedral de Burgos, que supriman las subvenciones de Patrimonio para restaurar los templos antiguos (¡qué desfachatez!). Fuera el día del padre de los colegios por San José, ni una manualidad para papá..... (Y si no pueden con todo esto, déjen en paz los crucifijos en las aulas si los padren los han querido, antiguos, que son unos antiguos: porque esto no va en broma: o todo o nada. Que ya vale, oiga).


(Publicado en los periódicos de Promecal)

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