martes, 30 de septiembre de 2008

Penélope se impacienta


En nuestra odisea castellano-leonesa, a Penélope se le está terminando la paciencia y en cualquier momento puede mandar el sudario que teje y desteje al carajo. Como en la vieja canción, harto ya de estar harto, Herrera toca la campana maitinera y le lanza a su tribu un mensaje que espera respuesta: lo de las Cajas no puede continuar así. Y la intensidad de la formulación tiene un tempo “in crescendo” que los reyes de las taifas no deberían desdeñar. Nunca como ahora el jefe del ejecutivo ha advertido sobre sus intenciones con tal intensidad: “la idea de comunidad y fortalecimiento plantea miedo en algunos y surgen los problemas”, señala.
Podemos hablar de una segunda transición: en la primera, Castilla y León se ha dotado de numerosas instituciones políticas de la más diversa condición. Ahora toca la reordenación del mapa financiero. Nadie duda que la cabreante vicisitud en la que nos encontramos es la tormenta perfecta para introducir cambios: crisis de liquidez, y por lo tanto, pertinente respecto de la financiación de las entidades, pero también lo es de modelo, de suerte que, como advierte Herrera, el hasta ahora ancho camino hipotecario por el que se desenvolvía el negocio acaba de convertirse en un angosto sendero plagado de trampas en el que alguno puede quedarse para siempre.
Penélope, pues, se está cansando. Herrera está dolorosamente harto de repetir hasta la saciedad que hay que tirar la boina por la borda. El propio Óscar López tiene mañana una ocasión pintiparada para ejercer su responsabilidad y acordar con el líder de los populares una estrategia para sistema financiero regional. La Federación de Cajas, por su parte, puede perseverar en lo que su presidente, José María Arribas, acaba de insinuar a cerca de la oportuno que sería ir buscando nuevas fórmulas. Es tiempo de turbación y de mudanza.Hace bien Herrera en recordar que una Comunidad Autónoma fuerte no sólo la construyen los políticos; que no basta con instituir órganos y organismos, instituciones e institutos; que no es suficiente con apelar a la integración ajena obviando las obligaciones propias. Seria llamada de atención: o llega Ulises de una puñetera vez a esta Ítaca crematística o Penélope lo mandará a escaparrar y arderá Troya. Los diferenciales de financiación se disparan. Los “raitings” de muchas cajas españolas (bien es verdad que ninguna nuestra) están cayendo. La morosidad, crece. Ahora o nunca. Pero que no se recuerde jamás este momento como una oportunidad perdida... que no volverá.


(Publicado en Negocio CyL)

1 comentario:

  1. Buenas tardes.
    me resulta curioso comprobar como se asocia la fusión de las cajas con un supuesto "desarrollo financiero". ¿Cómo se sostiene esto? ¿Acaso se da algún tipo de explicación económica a esto?¿La morosidad sería menor? No lo sé, los créditos ya fueron concedidos. Los beneficios mayores? ¿Alguien ha estimado las sinergias esperadas?¿Y la duplicidad de redes comerciales?¿Y el coste de despedir al personal del back-office?
    ¿O es más bien que una institución única, centralizada por supuesto en Valladolid, sería más fácil de controlar?. No tendría que aguantar que los correspondientes políticos locales incluyesen su punto de vista en el consejo, etc., etc.
    Por favor, algo más de análisis crítico y menos charlatanería

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