jueves, 14 de agosto de 2008

¿Quién está detrás de las corbatas?


Mientras el ministro Sebastián anima a no usar corbatas para reducir la factura energética, en España quedan una veintena de empresas, como Company Universal Ties y Olimpo, que trabajan en las diferentes etapas de la producción de la prenda masculina.

“Una audacia para hombres con personalidad”. Éste era el eslogan con el que, en 1971, La Corbatera Española lanzó al mercado una osada combinación para la época: corbatas a conjunto con la ropa interior de los hombres. Esta empresa, cuyo lanzamiento para revitalizar la histórica prenda tuvo una sola temporada de vida, se convirtió en uno los principales fabricantes de corbatas de España. Pero la compañía cerró sus puertas hace quince años, anticipándose a la crisis que ha atravesado durante la última década el conjunto del sector textil.

Mientras el ministro de Industria, Miguel Sebastián, anima a dejar la corbata en casa para ahorra energía, una veintena de empresas españolas trabaja en fabricación, confección o distribución de este tipo de prendas. La mayoría de ellas se concentra en Cataluña.Según el Centro de Información Textil y de la Confección (Cytic), al año se consumen en España 10,2 millones de corbatas, aunque según apunta la estilista Montse Guals, “la mayoría son regalos y no llega a salir del armario”. El sector genera un negocio de 165 millones de euros teniendo en cuenta el precio de venta al público, una cifra que se divide por la mitad para saber la facturación de los fabricantes, según Jordi Castellet, presidente de la Asociación de Fabricantes de Corbatas.

Marcas Castellet forma parte también de la familia propietaria de una de las pocas empresas que quedan en España dedicadas a la producción de corbatas propias. Con sede en Barcelona, Casas y Castellet vende sus prendas bajo las marcas Royal Taylor y Boccola, que se venden a 35 euros y 20 euros, respectivamente. “Ya no quedan marcas españolas –explica Castellet–; en la última década, han cerrado tres o cuatro empresas, pero pequeñas; las grandes nos hemos adaptado”. Richel, que se fabricaba en Cornellà (Barcelona), es una de las que ha desaparecido. Loewe, del grupo galo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), es la marca española más renombrada, aunque sus orígenes están relacionados con la industria de la piel. Éste es también el caso de Olimpo –propiedad de la empresa Miguel Bellido, de Ciudad Real–, que se fundó en los ochenta como fabricante de cinturones. El primer producto con el que Olimpo diversificó su actividad fueron las corbatas, con publicidad con la top model Claudia Schiffer.Personal “Uno de los principales problemas del sector es encontrar personal para las fábricas”, explica Sonia Bellido, miembro de la tercera generación de la familia al frente de la empresa. Olimpo produce al año alrededor de 200.000 corbatas en un taller propio situado en Tarragona. Además de su propia marca, la compañía cuenta con la licencia de Pierre Cardin para España.“Loewe es la única firma española de prestigio que queda en el sector –explica Luis Sans, gerente de Santa Eulàlia, la sastrería más exclusiva de Barcelona–; Massimo Dutti, de Inditex, también hace corbatas, pero de peor calidad”. Según explica Sans, la marca más exclusiva del mundo es la italiana Marinella, que hace prendas a medida. “Las dos palas de la corbata deben tener la misma longitud y tienen que cubrir prácticamente todo el cinturón –dice Sans–; como todos los hombres no son igual de altos, para ir impecable hay que hacerlas a medida”. En Inglaterra, destaca la firma Drake’s y en Francia, Hermès, que también elaboran piezas a medida.

Si en España quedan pocas marcas de corbatas, aún son menos los fabricantes que continúan en activo. Sin embargo, en Agramunt (Lleida), se encuentra una de las pocas empresas de Europa que abastece a las firmas de corbatas. Es Company Universal Ties, que fabrica cada año unos dos millones de corbatas a mano y a máquina en dos naves de 6.200 metros cuadrados de superficie. La compañía, que cuenta con clientes como Armani y Versace, es propiedad de la familia Bosch i Vendrell. “Somos uno de los pocos fabricantes que quedan –explica Meritxell Oliva, gerente de Company Universal Ties–; el resto son pequeños talleres”. Razones“La desaparición de empresas ha sido producto de la globalización de la confección, pero somos un sector pequeño y el impacto no ha sido tan grande como en otros”, explica el presidente de la Asociación de Fabricantes de Corbatas. En su opinión, esta actividad no va a caer aún más, ya que España se ha especializado en fabricación de corbatas de seda; las de poliéster, se subcontratan en China.A juicio de Castellet, una de las nuevas amenazas para el sector son las grandes cadenas, como Inditex. “Estas marcas se llevan a los jóvenes”, dice Sans. Firmas como Hugo Boss, Armani o Ermenegild Zegna venden también corbatas, pero no compiten directamente, sino que “son un complemento”. “Nos aprovechamos de la publicidad que hacen”, dice Castellet. De hecho, a juicio de Guals, las grandes marcas ayudan a que la corbata no caiga en desuso, pese a las recientes polémicas. “Es un complemento del traje y nunca desaparecerá, especialmente en la banca o en la política –explica la estilista Montse Guals–; lo que cambiará es su significado: la corbata dejará de ser, aún más, un símbolo de seriedad”.


(De "Expansión")

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