jueves, 7 de agosto de 2008

Pocas luces



Cuando de pequeños leíamos el tebeo (qué reminiscencias me traen algunos aspectos de la política nacional de aquellas publicaciones), los dibujantes solían representar con una bombilla sobre su cabeza la llegada de una buena idea a un personaje de los del comic en cuestión. Tal parece que sea el presagio de lo del ministro Sebastián, que no pudiendo ocuparse del solomillo (las nucleares, que el patrón no le deja) viene a traernos la peregria idea de gastar cincuenta mil millones de puñeteras pesetas en regalarle dos bombillas a cada quisque.
Les juro que escribiendo esto desde la depauperada costa española, viendo venir de aquí para allá las almas en pena de los dos millones y medio de parados, a los que les ha cogido de lleno la caída del castillo de naipes del invento, gastar semejante cifra en semejante sandez con semejante poca efectividad no deja de ser un sarcasmo; vamos, como hacerse el gracioso en un entierro.
Y es que ya no es cuestión del huevo (¿Qué bombilla nos darán ? ¿de casquillo gordo o de casquillo fino? Porque, claro, como uno tenga el casquillo de la tulipa fino y se lo den gordo, nos habrá merengao. Y la potencia, ¿ de qué potencia? Porque según qué instalaciones no aguantan todas las potencias existentes, que a ver si se nos va a acabar quemando la casa. Y de qué forma, porque como sea de bola, igual no nos cabe en el hueco).
Es de fuero. Dos cosas nos hacen falta: que no nos suban la luz, que hasta los de Mittal quieren abrirse; y que no nos tomen el pelo, que poco decimos del pastón que les endilgamos a los franceses por adquirir una electricidad que somos incapaces de producir. Y dos cosas nos sobran en esta crisis apoteósica que se nos ha venido encima como un Katrina: políticos populistas y orientados exclusivamente hacia la imagen y gasto público en mandatarios ornamentales que ni el cargo pueden justificar.
A Sebastián ( y sus pocas luces) le pega lo del Piyayo: "a chufla lo toma la gente", pero a mí me da pena (lo del respeto tendrá que ganarselo).
(Publicado en periódicos de Promecal el 07/08/2008)

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