jueves, 3 de julio de 2008

¡ Qué peligro !



Seguí atentamente el debate del Congreso ayer por la tarde: perdí el tiempo. Fue más lo que no oí que lo que oí. Entre las cacofonías que extraño, la voz de la calle: los padres de la patria son élite y olvidan la cotidianidad (justo lo contrario de aquello para lo que han sido elegidos). Y el desempleo, +21%. Y los coches, -30%.
Los grandes males requieren grandes remedios. Nadie osó ayer ni siquiera bosquejarlo, no vaya a ser que se pillen los dedos con la tapa del piano. Alguien definió a los economistas como excelentes adivinadores del pasado. En esta acepción Rodríguez Zapatero acreditó ser un economista de los buenos. Pero no necesitamos ese tipo de augurios. Al contrario, se agradece el máximo realismo, doctor, no vaya a ser que tratemos el cáncer con cataplasmas.
No escuché a nadie decir que hay que apretarse el cinturón, prepararse para renuncias, olvidar los automatismos (revalorizaciones automáticas con estas inflaciones son suicidas, pero nadie va a tener la bizarría de expresarlo). Y los precios… ¿Qué me dicen de los precios?
Nadie habló de las concertaciones, excepto la CMT, que concluyó ayer una investigación contra las compañías de móviles por acordar precios tras la eliminación de los redondeos. ¿Es que los gobiernos no pueden arreglar eso? Nadie tuvo redaños para subrayar la extrema coincidencia de los precios de los combustibles, que baten todas las leyes del azar al coincidir en sus cifras.
Nadie habló de trabajar una hora más para salir de esto, ni de reformas del gasto público en serio, ni del euro sanitario, ni de cómo arreglarse la cosa a los autónomos. Eso sí, se puso de manifiesto que el gobierno, instalado en la jovialidad más extremada, ha perdido en unos meses el control de la situación y el barco va a la deriva.
¿Se imaginan un mono con dos pistolas? ¿Una piraña en un bidé? ¿Julián Muñoz jugando al “Monopoly”? ¿Espinete en una tienda de globos? ¿MacGyver en una ferretería? Pues Zapatero tiene más peligro que todo eso. Vayan rezando lo que sepan.
(Publicado el 3 de julio)