Como este es un blog de las cosas que me pasan o que se me pasan por la cabeza, hace unos días les conté el éxito del concurso de tapas de Valladolid. La superioridad de una forma de cocinar y de comer de pie que se convirtió, en esta edición, en un verdadero hito. Pues bien, el certámen se ha ido reproduciendo por otras ciudades de la región, como es el caso de Burgos. Un amigo me envía esta carta publicada por un lector en las Cartas al Director del "Diario de Burgos". Se demuestra que en esta vida no es copiar, sino saber hacerlo.
"La Feria de Tapas y la crisis"
Efectivamente este año también ha llegado la crisis a la Feria de Tapas de Burgos, y no solo ha afectado a la calidad sino también a la originalidad de estas, con la salvedad del precio, que ahí sí que no hay crisis. He comido muchas tapas de la zona centro comprobando la mala calidad en muchos de los puestos y la escasez de originalidad, ya que muchos puestos han repetido las tapas del año pasado, pero peor.
En concreto las de la Plaza Mayor han estado en concordancia con el emblematico entorno, así de bien y de original. Un mazazo a una buena idea copiada de Valladolid, algo que deberia ser para cuidar, fomentar, innovar, sorprender, promocionar, competir entre puestos y no para hacer el agosto..
En algún articulo he leido que suspenden al 90% de los puestos, yo no puedo decir eso, pero voy ha decir que muchos se han tirado piedras. Para mi entender solo cuatro puestos de la zona centro han dado el do de pecho por su innovación, elaboración o calidad y son: Polvorilla, Juarreño, Cabaret y Mesón de los Cantos. Por cierto, gran elección del vino de la Ribera de este año, aunque hay que ponerse de acuerdo para rellenar los vasitos, unos mucho y otros escasos. En fin, que lo compensaremos con el grandísimo papel de la selección española y juego apasionante.
Diego González / Burgos 
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