martes, 15 de julio de 2008

Bossa Nova Castilla y León

Las hermosísimas canciones de la “bossa nova” (que significa camino nuevo) forman parte del acervo cultural de los que caminamos hacia los cincuenta, que son justamente los años que se cumplirán ahora de “La Garota de Ipanema”, “Desafinado”, “Samba de una sóla nota” y maravillas de semejante tenor. Se cumple, como digo, medio siglo de movimiento musical cuando Brasil acaba de entrar en el club de las naciones más solventes de la tierra, abandonando la indigencia financiera que asola a países de su entorno, al obtener el llamado grado de inversión que proporciona la agencia S&P.
Y buscando la “bossa nova” de Castilla y León en ese inmenso país, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera inició ayer una visita de tres días en los que el factor económico es clave (no en vano le acompaña la más nutrida representación empresarial que nunca haya participado en un periplo internacional). Herrera dijo ayer en sus primeras intervenciones en Sao Paulo que la acción exterior es el anticrisis, la manera que tienen las empresas de hacer valer sus productos en mercados distintos del nuestro cuando éste atraviesa dificultades.
Es el mismo camino que ha seguido Emilio Botín, presidente del Banco de Santander, que en su momento adquirió el Banco Real del Brasil que aporta 905 millones de euros de beneficios a la entidad. Si la zona euro atraviesa dificultades, la zona real tiene oportunidades y se si sabe estar, pueden aprovecharse.
De la misma condición es el reto que entraña el decimotercer viaje al exterior de Herrera. Nuestras empresas pueden diversificar sus negocios y sus riesgos en mercados de esta naturaleza, ámbitos en los que, como vienen a coincidir las empresas que ya operan allí, no es fácil entrar, pero en los que resulta rentable operar por muchos motivos. En un encuentro con empresarios locales, Herrera anduvo ayer “vendiendo” la Comunidad y sus activos: “Castilla y León cuenta con unos costes de mano de obra más competitivos, salarialmente hablando, sobre la media de otras regiones españolas; mínimos índices de absentismo laboral y una paz social permanente, conseguida gracias al consenso propiciado por el Gobierno regional”.
Esta “bossa nova” tiene que ser como la garota de Ipanema: una cosa linda y llena de gracia., cuyo movimiento sea más que un poema. En román paladino: adornarnos con la excelencia del idioma y de la profundidad patrimonial de esta madre patria. Asumir el espíritu laborioso de los cerca de 4.000 paisanos que allí residen y trabajan. Y darle un poquito a la imaginación para evitar incurrir en lo de siempre los de siempre. Bienvenida sea la misión empresarial a las tierras brasileñas y ojalá que los buenos deseos de nuestro primer vendedor que es el presidente de la Junta sean una realidad. Seguramente depende un poco de todos nosotros. Y de que nos demos cuenta.

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