martes, 17 de junio de 2008

La gran especulación



Hoy les voy a contar un rollo. Pero les ruego, si tienen tiempo y la generosidad necesaria con este que firma, su seguro servidor, que lean hasta el final, porque lo que describiremos es justamente el origen de todos los males que nos están aquejando desde hace unas cuantas semanas, meses diría yo. Y seguramente durante esta semana oirán hablar mucho de ello, como, acertadamente, adelantaba NEGOCIO Castilla y León en su edición de ayer. Bienvenidos al mercado de futuros.
Inicialmente surgió como una herramienta de gestión empresarial. Y muy práctica, por cierto. Consiste en un sistema de contratos que permiten compraventas en cierto plazo negociando el precio a futuro y comprometiendo únicamente una prima. Humm, veamos: yo soy un productor de naranjas que, meses antes de la recolección, quiero asegurarme el precio al que las venderé cuando las tenga y soslayar así las turbulencias eventuales del mercado mientras maduran en el árbol. Así, adquiero un derecho por una prima: vender el kilo a 1 euro dentro de seis meses, a futuro. Si quiero, ejecuto. De lo contrario, pierdo la prima.
Pero, ay amigo, lo que nació como un mecanismo de gestión se convirtió en un producto de inversión y, dadas las facilidades del movimiento de capitales, de especulación. ¿Y qué es lo que pasa? Pues que ahora la cosa funciona al revés: el precio de las naranjas lo acabará poniendo, siguiendo el mismo ejemplo, el mercado de futuros y si éste funciona mediante procedimientos de mercadeo, pues se desbocará.
Ahora fíjense qué coincidencia: ha sido hundirse el mercado inmobiliario, dejar de ser atractivo para la inversión de capitales y dispararse el precio de las materias primas y sobre todo el petróleo. ¿Qué tiene que ver? Ocurre todos los días en Chicago, a partir de las dos de la tarde hora nuestra se negocia de todo: la panceta, el trigo, la soja, la carne de pollo. Y se negocia sin que nadie vea un grano ni un kilo de pollo, nada. Pura especulación. Pues justamente eso le ha ocurrido al petróleo.
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, adelantó ayer que se trabaja sobre un endurecimiento de las condiciones de estas transacciones ficticias. Realmente el mundo está como una moto y la demanda del oro negro, en máximos, pero nadie se cree que esto justifique por sí mismo que se haya duplicado el precio base dólar en un año (precisamente un año de recesión). Algunas compañías de inversión recomendaban prudencia. De hecho, la contratación diaria de petróleo es 13 veces el consumo. El G8 está pidiendo una investigación.
La subida del petróleo es una carcoma que se transmite rápidamente a toda la estructura de la economía hasta que llega al corazón, que es el euribor y, desde éste, al euro, el calvario cotidiano de millones. De ahí, la constricción financiera y la crisis. Se están forrando negociando petróleo al alza porque los “hedge fund´s”no pueden negociar con metros cuadrados. Ojalá nuestros políticos tomen a tiempo el control perdido.

Publicado el martes 17 en Negocio Castilla y León